Un alzamiento militar en Myanmar se desató este fin de semana en rechazo a las elecciones legislativas celebradas el pasado 8 de noviembre.
Según lo reseñado por el diario France24, las fuerzas armadas detuvieron a la líder del gobierno, al presidente Win Myint y a varios miembros del gabinete justo el mismo día en el que juramentaban los parlamentarios elegidos en dichos comicios.
Esto generó descontento en los países aliados de la Unión Europea, ya que constituye una violación a la democracia y al gobierno de transición.
“Condeno enérgicamente el golpe de Estado del Myanmar militares y pedir la liberación inmediata de los detenidos. Se deben respetar los resultados electorales y la constitución”, dijo Josep Borrel, alto representante de la Unión para Asuntos Exteriores y Política de Seguridad.
Al mismo tiempo, el gobierno chino le pidió a los múltiples actores birmanos que manejen “adecuadamente sus diferencias”.