Una supremacía delincuencial se instaló al oeste de Caracas, en el sector Cota 905. La banda liderada y fundada por El Koki y El Vampi ejercía el poder sobre los programas y beneficios del Gobierno nacional y decidía quien habitaba en la zona, situación que obligó la salida forzosa de unas 72 familias.
Tal afirmación la realizó la ministra de Interiores y Justicia, Carmen Meléndez, durante un balance sobre el operativo Gran Cacique Indio Guaicaipuro en la capital del país para regresar la paz a las barriadas afectadas, según reseñó Últimas Noticias.
La banda se apropió de la distribución de las bolsas y cajas CLAP y quienes estuviesen en contra de los métodos implementados por la red criminal eran obligados a desalojar el barrio.
En el caso del sector El Naranjal, unas 37 casas están deshabitadas, sus propietarios se vieron en la mira de los delincuentes y no les quedó de otra que escapar para salvar sus vidas.
Otras 35 viviendas también estaban desocupadas en algunos sectores de La Vega. Entre los meses de abril y mayo, unos sujetos armados hasta los dientes iban casa por casa para realizar especie de un censo y conocer lo más mínimo, como si se tratara de un estudio social.
Conocían la cantidad de cuartos, habitantes y si entre ellos había alguno que formara filas de los cuerpos policiales y militares. Cuando sabían de alguien que era policía o militar, la familia entera tenía un plazo corto de irse del lugar, según el relato de algunos vecinos a UN.