Como si se tratara de la época de antaño, a unos 45 minutos del centro de Maturín, en Curiepe, las mujeres dan a luz con la asistencia de parteras.
Aunque es una asistencia médica ancestral, que muy poco se conoce de su vigencia por lo menos en la capital del estado Monagas, la falta de un módulo de salud, de doctores y enfermeras, estas mujeres destacan la loable labor de asistir a la parturientas en el alumbramiento.
De acuerdo al testimonio de una habitante de la zona, quien también parió en su casa contó a El Periódico de Monagas, la necesidad de contar con un centro dispensador de salud que les garantice el control prenatal, planificación familiar, así como también la atención en las patologías que pudieran presentarse.
Unos 24 kilómetros de carretera deben transitar los lugares de Curiepe, de la parroquia San Simón rural, para llegar al casco central de Maturín.
Magalis Figuera relató que la población conformada por más de 100 familias afronta diversas dificultades, entre ellas, el tema de salud.
Ella, como a otras mujeres les ha llegado el momento de dar a luz y ante la falta de especialistas o de los equipos necesario para esta práctica médica reciben la ayuda de las parteras.
“Mi hijo nació con el apoyo de una partera, al día siguiente fue que pude trasladarme al Hospital Manuel Núñez Tovar para que lo revisaran y me valoraran”, contó.
Agregó que los equipos políticos trabajan para la recuperación de este espacio pero que es necesario el apoyo de la Gobernación y Alcaldía.
Aseveró que el doctor de la comunidad, vive en una zona retirada y atiende de forma inter diaria, “hay veces que no está en el pueblo, por lo que se necesitan más médicos y enfermeras. La única enferma trabaja las 24 horas”.