Más de 300 personas que en una multitudinaria manifestación exigían la liberación del opositor ruso Alekséi Navalni fueron detenidas este sábado 23 de enero por las fuerzas del orden en Rusia.
Según lo reseñado por medios internacionales, las manifestaciones dieron inicio luego el pasado domingo el político fuese capturado por la policía de Moscú al arribar al país.
Yulia Navalnaya, esposa del también abogado ruso, está entre los detenidos por las alteraciones al orden público. “Disculpen por la mala calidad [de la foto], la luz es mala en el furgón policial”, escribió irónicamente en su cuenta Instagram al publicar un selfie dentro de un vehículo de las fuerzas del orden.
Desde la ciudad capital Moscú hasta Vladivostok, el grupo del célebre activista anticorrupción han estado concentrados pidiendo que Navalni sea excarcelado.
El diario internacional El Mundo, reseñó que al menos 50 manifestantes fueron detenidos en Vladivostok, mientras unas 3.000 participaban en la ciudad de Novosibirsk.
En la ciudad siberiana de Tomsk, donde Navalni fue supuestamente envenenado en pasado agosto, más de 700 personas gritaban “Putin es un ladrón” y “Navalni, estamos contigo”.
La policía antidisturbios detuvo a manifestantes que no opusieron resistencia alguna, mientras que en Krasnoyarsk hubo detenciones puntuales con los más 1.500 ciudadanos.
La ONG OVD-info, detalló que en al menos 10 ciudades detuvieron 50 personas. Asimismo, se informó que en la capital rusa Moscú, podría haber una concentración más fuerte para las 14.00 horas, hora local (12:00 hora española) en la Plaza Pushkin.
Por consiguiente, la policía local mantiene cercada la plaza Pushkinskaya, cubriendo toda la arteria principal del centro, la calle Tverskaya, hasta la plaza donde se encuentra el Kremlin.
Sergei Sobyanin, alcalde de Moscú, denunció las manifestaciones “inaceptables” en medio de la pandemia del coronavirus. En respuesta a ello, la esposa de Navalny, Yulia Navalnaïa, había dicho en Instagram que su intención de manifestarse en Moscú por su esposo que “nunca se rinde”