A finales de enero de 2019, el Gobierno de Estados Unidos impuso la sanción de prohibir la importación de crudo venezolano y a partir de ese momento se restringió todo envío por parte de la estatal Petróleos de Venezuela (PDVSA) de suministros a lo que fue su principal mercado por 100 años.
Esa realidad cambió cuatro años después, con la llegada de los primeros cargamentos que se envían solo para la empresa Chevron tras la flexibilización de la medida impuesta por la Oficina de Control de Activos Extranjeros del Departamento del Tesoro (Ofac).
Los dos primeros despachos suman 740 mil barriles de crudo venezolano asociados a las empresas mixtas Petro Boscán y Petro Piar en las que Chevron tiene una participación minoritaria de 40 y 30 por ciento, respectivamente, aunque ahora con la ventaja que PDVSA, sin reducir su porcentaje mayoritario de propiedad, cedió el control gerencial a la empresa estadounidense.
«Chevron ha tomado 500 mil barriles de crudo venezolano pesado Hamaca de su proyecto petrolero Petropiar; y unos 240 mil barriles pesados de crudo pesado Boscán luego de cargar en un terminal de Bajo Grande y pasar por el canal del Lago de Maracaibo», reseña una nota de la agencia de noticias Reuters.
Reuters también dio cuenta que PDVSA asignó un tercer cargamento de crudo a Chevron y que a su vez la estadounidense había enviado hacia Venezuela un volumen por el orden de 450 mil barriles por día de nafta, que será utilizada como diluyente para mejorar o modificar la densidad del crudo pesado en la Faja del Orinoco.
PDVSA en enero de 2019 exportó 634 mil barriles diarios hacia Estados Unidos, de los cuales 88 por ciento se correspondía a crudo y el 12 restante abarcaba productos intermedios o refinados. A partir de febrero de ese año comenzó una drástica caída que ese mes fue de 54 por ciento, en marzo la reducción alcanzaba 89 por ciento y en mayo finalmente quedó en cero.
Hace cuatro años, Venezuela figuraba como el cuarto suplidor petrolero de los Estados Unidos, superada por Canadá, Arabia Saudita y México mientras que las quinta y sexta posiciones la tenían Irak y Colombia, respectivamente.
Los registros preliminares hasta septiembre de 2022 indican que los principales vendedores de petróleo de las empresas estadounidenses están en Canadá, México, Arabia Saudita, Irak, Colombia y Brasil. Rusia llegó no solo a ocupar la posición de Venezuela, sino que apunta a estar en el segundo lugar, pero Estados Unidos le impuso sanciones tras la invasión militar a Ucrania.
Con información de Reuters